La historia verdadera

La historia me la contó Z
que a su vez se la corroboraría
no hace mucho J
que se la dijera en el café de Y
la amiga de E llamada P que me gusta
tanto por su piel sus senos y sus caderas
y a ella se la anotó su madre
que se la ratificaría la abuela
que se la creyó a M
que se la contó N
quien murió el año pasado
atropellado por un rinoceronte mientras
leía el New York Times en la banca de un
zoológico
por tanto no hay las bases
suficientes para sustentarla
y poder contarla a vosotros.