El milagro

Desempleado; acudo a la iglesia "Todos los santos de la mesa redonda"
para pedir por un empleo digno y fortuna, y un día de esos camino a casa se me aparece en la acera San Antonio cabalgando sobre un caballo negro y robusto
que se encabrita ante mí;
y hete aquí que me dice:
- Ve hasta la próxima cuidad Emmanuel; Que tendrás el oficio de detective; Toma mi caballo.

Demoré tres largos años con sus noches bellas de luna ó al contrario: feas y horribles por las tormentas y las recias lluvias;

pero mirad mis ojos hechos una tempestad en un mar
al comprobar con mis propios zapatos deshechos que la entrada a la tal cuidad estaba justamente frente a mi casa.